miércoles, 3 de junio de 2015

El carpintero

Un carpintero que llevaba muchos años trabajando en una empresa de construcción de casas de madera, pensó que ya había llegado el momento de la jubilación, de dedicar más tiempo a su familia y, de paso, llevar una vida más tranquila y placentera.
Su jefe lo sintió mucho porque era buen empleado, y le pidió que, antes de dejar la empresa, le construyera una sola casa más como favor personal.


El carpintero accedió, pero esta vez no trabajaba como antes, ni ponía el mismo interés, y hasta utilizaba materiales de inferior calidad.
¡Qué manera más penosa de terminar su carrera!.
Cuando el carpintero terminó su trabajo, avisó al jefe que se presentó a ver la nueva casa, y le entregó las llaves, diciendo:
- Toma, estas son las llaves de tu casa. Es mi regalo de agradecimiento por los años que has trabajado tan responsablemente con nosotros.
¡Qué tragedia!. ¡Qué pena!. Si hubiera sabido que estaba construyendo mi propia casa, -pensó el carpintero-, la hubiera hecho de manera totalmente diferente.
Ahora tendría que vivir en la casa que con tan poco interés había construido.

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