lunes, 3 de octubre de 2011

El anillo

El joven entró en la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran y el joyero, solícito, le presentó el mejor que tenía en el establecimiento.
La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.
El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo.
- ¿Se va usted a casar pronto?, preguntó el joyero.
- No, respondió el muchacho; ni siquiera tengo novia.


La muda sorpresa del joyero divirtió al joven comprador.
- Es para mi madre, prosiguió. Cuando yo iba a nacer ella estuvo sola.
Alguien le aconsejó que me matara, antes de que naciera, así se evitaría problemas, pero ella se negó y me regaló la vida. 
Tuvo muchos problemas, fue padre y madre para mí , fue amiga y hermana y fue mi maestra; me hizo ser lo que soy. 
Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso.... Ella nunca tuvo uno. Yo se lo regalo como promesa ya que ella lo dio todo por mí y ahora yo lo daré todo por ella.
Quizás, prosiguió, o después entregue otro anillo de compromiso, pero será el segundo.
El   joyero quedó realmente emocionado por el relato, y lleno de admiración le entrego la cajita con el anillo, a la vez que ordenaba a la cajera que le hiciera al
joven el descuento especial que se solía hacer a los clientes  importantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario